Foto de Keenan Constance en Unsplash

La resiliencia es una cualidad que todos debemos desarrollar para adaptarnos a los cambios que la vida nos presenta, cada persona tiene su propio ritmo y estilo para llevarla a cabo. Al menos así funcionaba antes de la pandemia, la cual llegó como tsunami a marcar un antes y un después en la manera de adecuarnos a las circunstancias que afrontamos.

En diferentes sectores se dieron cambios importantes. En el ámbito empresarial este suceso vino acelerar el crecimiento de los negocios digitales y en algunas empresas fue necesario implementar el trabajo desde casa para mantener los negocios en funcionamiento, entre muchos otros temas.

A las emprendedoras y empresarias más que nunca nos corresponde ser flexibles, sin importar cuáles hayan sido los cambios que hemos atravesado este último año. Platícame un poco, ¿en cuál de estas tres opciones entra tu historial?

1. Fue necesario cambiar de trabajo por recorte de personal o clausura de la empresa en la que trabajabas antes.
2. Adaptaste un espacio en tu casa como oficina y por ende encontrar un equilibrio entre la rutina laboral, con la del hogar y el tiempo en familia.
3. Decides emprender una idea de negocio por necesidad o porque crees que es el momento adecuado.

Ahora me toca compartirte cómo he sido resiliente. Hace veinte años pensaba que mi profesión era la hotelería, pero después de trabajar por un tiempo en dicho sector, al nacer mi hija, este demandante trabajo ya no era opción. Buscando qué más hacer llegó la oportunidad de asociarme a un proyecto: una revista infantil. Ahí, por casualidad, conocí la “filantropía” y cambié mi rumbo, dediqué mi tiempo a causas sociales. En ambos rubros tuve muy buenas experiencias. Hoy soy una redactora en proceso de formación, cuyo objetivo es contar historias como la de Marianella, esperando que su experiencia le sea de utilidad a otras mujeres.

Para mí estos tiempos de pandemia solo vinieron a poner a prueba la resiliencia de las personas, es como dice la académica y escritora Brene Brown: “Puedes elegir valentía o puedes elegir comodidad, no puedes tener ambas”. Cada una de nosotras tenemos libre albedrío para decidir quedarse en la zona de confort o adaptarse a las circunstancias.

Qué entendemos por resiliencia

Ser resiliente implica reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de las nuevas circunstancias y de nuestras necesidades. De esta manera, las personas no solo son capaces de sobreponerse a las adversidades que les ha tocado vivir, sino que van un paso más allá y utilizan esas situaciones para crecer y desarrollar al máximo su potencial. Pero no es una cualidad innata, hay que trabajar en ella.

Es momento de presentar a Marianella Arias, emprendedora sudamericana, originaria de Tandil, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Estudió la carrera de trabajadora social, por ende tiene una gran vocación de servicio. Desde hace ya tres años colabora en Jano para todos, dedicada a dar apoyo a niños con cáncer, donde lidera el área psicológica y tiene a su cargo un grupo de mujeres especialistas en el tema.

Marianella Arias, ejemplo de mujer resiliente y filantropa
Marianella Arias, es trabajadora social y colabora desde hace tres años en Jano para todos, ONG dedicada a dar apoyo a niños con cáncer, en donde lidera el área psicológica. Foto cortesía: Marianella Arias

En equipo brindan no solo apoyo psicológico a los pacientes y sus familias, también otorgan herramientas como talleres a las madres de familias, quienes han vivido relaciones difíciles, a veces de maltrato, y además dependen económicamente de otra persona. Pero gracias al apoyo que reciben de la fundación estas mujeres han aprendido a ser resilientes, esto las ha llevado a poder cambiar su realidad y ser autosuficientes.

Como se ha dado en varios sectores alrededor del mundo a raíz de la situación global, su fundación no fue la excepción y tuvo que posponer ciertas actividades. Esta situación dio pie a que Marianella buscará otras oportunidades de trabajo en tiempos de pandemia.
Todo este panorama me recuerda a la frase de la reconocida primatóloga Jane Goodall, quien dice que “querer es el arma más poderosa para el cambio”.

Su pasión por los números hace que a nuestra emprendedora se le faciliten los proyectos financieros y se adapte con facilidad a los negocios digitales. Estas cualidades le abrieron las puertas para colaborar desde hace 7 meses en la empresa BE (retornos de inversión, divisas, criptomonedas y neuromarketing).

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Marianella tiene claro que quiere ayudar a otras mujeres a cambiar su contexto actual de vida a través de un trabajo colaborativo y a su vez brindar herramientas para que ellas logren alcanzar un crecimiento personal y económico. Ella es un claro ejemplo de que cuando se quiere se logran las cosas y todo empieza a fluir.

El camino recorrido no ha sido miel sobre hojuelas. Durante nuestra charla comentó que “las argentinas son aguerridas y cuando se proponen algo se enfocan hasta conseguirlo; sin embargo, les cuesta trabajo aceptar nuevos modelos laborales que las saque de su zona de confort y que no son productos o servicios tangibles”. Creo que son parecidas a nosotras las mexicanas.

Grupo de mujeres argentinas resilientes
Marianella busca apoyar a otras mujeres para cambiar su contexto actual de vida a través del trabajo colaborativo. Foto cortesía: Marianella Arias

Este trabajo colaborativo ha rendido frutos, uno de sus grandes logros en tan corto tiempo se da con Romina y sus dos hijas adolescentes (19 /21 años), a quienes Marianella conoció en la fundación. Tratando de ayudarles a salir del ambiente tóxico en el cual se encontraban, les comparte lo que ella hace en BE y estas tres mujeres al no tener nada que perder aceptaron colaborar juntas. Hoy en día saben que fue un acierto porque se sienten seguras de sí mismas y están construyendo su independencia financiera.

¿Sabes? Yo conocí a Marianella hace apenas dos meses, cuando de la nada me mandó un mensaje de Messenger que decía: “¡Hola! Viendo tu perfil creo que te puede interesar un nuevo negocio”. Los negocios financieros no son lo mío, pero en una segunda charla me di cuenta de que su historia es un claro ejemplo de una mujer optimista que sin importar sus circunstancias conoce cómo afrontarlas, como ella dice: le gusta ir contra corriente y siempre encuentra el lado positivo. Además, tiene una forma natural de colaborar y ayudar a otras mujeres alrededor del mundo, lo que me hizo identificarme con ella. ¿Y en ti como resuena esta historia?