Las enfermedades más frecuentes entre las empresarias

Ser empresaria en 2019, a veces implica dirigirnos por la vida enfermas con o sin conocimiento.

Somos mujeres empresarias, dirigimos o poseemos nuestro propio negocio; dormimos muy tarde, despertamos muy temprano, comemos a deshoras o a veces nos olvidamos de hacerlo, damos el 100% o el 110% de nosotras mismas.

Algunas además, nos encargamos de un hogar con sus deberes, esposo y uno o dos niños quizá. En ocasiones hay apoyo de un compañero, en otras, nosotras nos encargamos de todo solas. Lo anterior hasta convertirnos en la empresaria que vive día a día a mil por hora.

No es un precio bajo el que se paga por compaginar el éxito y crecimiento de una compañía, aunado a nuestras demás actividades de mujer.

Desafortunadamente, todo esto da como resultado una serie de enfermedades y padecimientos, ya sea físicos o psicológicos, algunos sin aparente daño: «es sólo un ‘dolorcito’ de estómago”.

Sin embargo, otras enfermedades se vuelven crónicas, difíciles de tratar o de un elevado costo. Cabe señalar, que si bien la maestra en psicología por la UNAM Linda Olimpia Aragón especifica que: “cada persona desarrolla enfermedades de acuerdo a su historia clínica, genética personal y una herencia familiar y social».

A continuación te presento las enfermedades más frecuentes entre las empresarias:

1. En la cabeza

En primer lugar nos aquejan los dolores de cabeza constantes por mal dormir, no comer bien y estar estresada. También, muchas empresarias tienen migraña. Como dato adicional, del 14% de la población: 4 mujeres por 1 hombre sufren esta enfermedad.

2. En la mente

Cuando hay exceso de actividad, mucha presión laboral y poco descanso, manifestamos síntomas como: agotamiento, ansiedad, angustia, insomnio,  depresión y estrés, todo lo anterior nos afecta y limita en el desempeño óptimo de nuestra labor diaria. Cabe destacar que, aunque es estrés parece ser una constante entre empresarias y población en general. La psicóloga Aragón también puntualiza que una enfermedad es un síntoma, la cual se conforma de padecimientos físicos y psicológicos como algunos de los que se mencionan en este apartado.

3. En los pulmones

La falta de una dieta rica en nutrientes, vitaminas y minerales provoca un bajo rendimiento en nuestro sistema inmune; como consecuencia padecemos gripas, constipaciones, asma estacional, por mencionar algunas. Si a esto le agregamos el tabaquismo, resultado de la tensión y estrés constantes, estamos afectando fuertemente nuestras vías respiratorias y pulmones.

4. El estómago

Las diarreas constantes, la inflamación estomacal  a consecuencia de la gastritis, colon irritable, enteritis y hasta las úlceras gástricas.

 

Lo anterior es resultado (como en los otros malestares) de una mala alimentación, comer a deshoras y el sinfín de emociones que se reflejan en todo el cuerpo, sobre todo en el estómago.

5. En la piel

En estas enfermedades se demuestra que, hasta en padecimientos todos somos diferentes, ya que mientras algunas mujeres reaccionan con mal humor y hostilidad a las presiones de una vida laboral ajetreada, otras manifiestan urticaria, resequedad, ojeras, caída de pelo, sólo por mencionar algunas.

6. En la sangre y el corazón

En el caso de enfermedades como la hipertensión, problemas vasculares, riesgo de infartos, así como propensión a la diabetes; la herencia, la falta de actividad, el exceso de azúcar y grasa en la alimentación, son de suma importancia para la generación de dichos padecimientos.

7. En todo el cuerpo

Otra enfermedad que puede aquejar a las empresarias es el alcoholismo, como adicción que si bien afecta en la coordinación, capacidad de decisión, autocontrol, requiere de tratamiento no sólo físico, sino sobre todo emocional y psicológico.

Posiblemente las presiones en tu lugar de trabajo o empresa no disminuirán, sin embargo, los especialistas sugieren darle la vuelta a las enfermedades más frecuentes entre las empresarias generando un cambio en tus propios hábitos: mantén una alimentación sana, procura tener momentos para liberar el estrés, y hacer actividades que regularmente te mantengan en equilibrio.

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