Home Office: historias del trabajo en casa en tiempos de COVID-19
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Iniciaba la primavera 2020 y con ella llegaban los efectos de la pandemia por COVID-19, sacudiendo a la sociedad mexicana y causando los mismos estragos que se vivían ya en Asia y Europa.

No sólo modificó nuestra vida como estábamos acostumbrados, sino que alteró la situación laboral. ¿Cómo? haciendo que los negocios sin importar su tamaño o giro se vieran obligados a realizar ajustes en su dinámica laboral, con la finalidad de salvaguardar la salud de sus colaboradores. 

En el caso de los negocios de primera necesidad como son mercados, tiendas de venta de agua y alimentos, hospitales, farmacia, estos tuvieron que implementar las medidas necesarias para salvaguardar la salud de colaboradores y clientes sin dejar de operar. 

¿Qué difícil es salir a trabajar con la incertidumbre de que en cualquier momento te puedas contagiar de COVID-19? 

“Recuerdo cuando iniciamos el confinamiento, mi esposo volvía de trabajar y todas las tardes mi hijo lo recibía buscando darle un abrazo o un beso, pero no entendía ¿por qué papá debía cambiarse de ropa y desinfectarse bien, antes de convivir con él?”  

Escenas similares a esta, surgen todos los días en los incontables hogares alrededor del mundo, donde las familias que debemos salir a trabajar, hemos aprendido a convivir con un distanciamiento físico.

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Extendiendo mi reconocimiento, a todas las personas que, a diario arriesgan su salud al salir a trabajar en estas desfavorables circunstancias.

Otro escenario menos alentador, lo están pasando aquellas empresas que inesperadamente se han visto forzadas a parar actividades, algunas por poco tiempo. Mientras que tristemente otras no volverán a abrir sus puertas.

¿Qué difícil es ver desvanecer todo tu trabajo de años, por motivos que se encuentran fuera de tu alcance?

A pesar de que al inicio pareces estar viviendo un panorama desalentador y sentir enojo o frustración y hasta llegar a pensar tener mala suerte. Por experiencia propia, sé que cuando logres entender el significado de esta corta pero poderosa frase: “Esto, también pasará”. 

Estarás en condiciones de cerrar un ciclo, aprender de las experiencias vividas, para abrir otro con los conocimientos adquiridos y convencido de que tienes un sinfín de oportunidades por delante.

Razones a favor y en contra sobre el home office

Por fin llegamos al escenario mediante el cual trabajo desde hace unos años, me refiero al denominado home office. Una forma de vida que por años ha permitido a freelances, emprendedores y profesionistas desempeñar nuestras funciones desde la comodidad de casa, o desde un café o coworking, etcétera. 

Sin embargo, desde hace ya cinco meses meses se convirtió en la opción más viable para muchas empresas y poder así continuar funcionando durante la pandemia. ¿Pero será qué es viable para cualquier tipo de trabajo?

Para averiguar al respecto, me di a la tarea de encuestar a un grupo de mujeres y conocer su perspectiva.

Home Office: historias del trabajo en casa
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Las ventajas del trabajo en casa

  1.  A quienes viven en ciudades como México, Guadalajara o Monterrey, les evita atravesar largas distancias y pasar horas atorados en el tráfico. ¿Quién no cargaba en la cajuela cambios de ropa para no sé, saliendo de la oficina ir al gym? ¿O para qué las hijas(os) puedan llegar a tiempo a sus clases extracurriculares?
  2. En Alemania, Francia y Reino Unido, reconocen que trabajar home office hace a las personas más productivas.
  3. El administrar adecuadamente nuestro tiempo, nos permite realizar más actividades, hasta aquellas que normalmente entre semana no nos daba tiempo de hacer. “Carolina tiene la posibilidad de pasar más tiempo con su perrita y ejercitarse al mismo tiempo”.
  4. Como nos compartió Nery “Gracias a establecer horarios y llevar una agenda bien organizada puede combinar su rol de mamá y emprendedora.”
  5. Gracias a los avances tecnológicos, tenemos cada vez más a nuestro alcance el uso de aplicaciones que nos permiten estar conectados en tiempo real y a distancia. Las más usadas son Google Meet, Zoom y Skype. “Para Magda ha sido la vía de conectarse con sus colaboradores y clientes, ya que son de diferentes ciudades”
  6. Pasar más tiempo en familia, por ejemplo, las maestras quienes normalmente entran a trabajar 7 am para salir 3 o 4 pm, desde que trabajan bajo esta modalidad, les ha permitido convivir más con sus hijos.
  7. Reducción de costos tiempo, transportación, gasolina, comidas fuera de casa, cafés, en los llamados gastos hormigas
  8. El poder comer de manera más saludable y evitar apresurarnos para regresar a la oficina.

Desventajas del trabajo remoto

  1. Gastos extras, sobre todo en la luz e internet, los cuales antes eran absorbidos por la empresa.
  2. “Aumentó el stress de Sara, al tener que compaginar su trabajo, con las actividades de sus hij@s y las obligaciones de casa. Además de no contar con todas las herramientas necesarias, ya que ella trabaja en una empresa de fabricación de puertas y no tiene las muestras a la mano”.
  3. Al no tener la presión de la oficina, es más fácil distraernos en las redes sociales, aunado a otros distractores como lo son: los ruidos de aparatos domésticos, la música de nuestros jóvenes, los videojuegos de los hijos, etc.; hace que no avancemos lo deseado en nuestras funciones diarias y nos atrasemos.
  4. Tener que habilitar un espacio o mínimo un rincón de la casa, como oficina, ya que en general es raro que contemos con un espacio especial para ello. “Yo trabajo en la mesa de la sala, me gusta sentarme en el piso. Pero debo de guardar en un rincón del cuarto de TV la computadora. Ya que la sala es un espacio familiar.
  5. Hay trabajos en los que optimizar el tiempo de respuesta entre empresa y sus clientes es vital, por ejemplo, en un Call Center. “Caro nos platicó que fue todo un reto hacer el cambio temporal de presencial a online. Y al ser una forma nueva de trabajo ha habido distorsión en la comunicación con sus colaboradores y le ha sido difícil supervisarlos.
  6. Anna no solo trabaja desde casa, también suele hacerlo en bibliotecas y cafés, dependiendo de sus actividades diarias. Para ella: “Salir de casa a hacer algo me ayuda a despejar mi mente e inspira, prefiero tener trabajo mixto (es decir casa y afuera), me gusta la libertad de trabajar donde yo quiera y poder socializar a su vez.  Situación que en estos tiempos de pandemia no se puede hacer.
Trabajo en casa en tiempos de COVID-19
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Derivado de la encuesta que realicé a mujeres de diferentes profesiones, de 25 a 50 años, pude darme cuenta que:

  1. Hacer home office definitivamente no se adapta a todas las profesiones. “Recuerdo una sesión del taller de Responsabilidad Social, que tomé el año pasado, en la cual mi amiga Graciela, digo a manera de conclusión: yo funciono mejor laboralmente como colaboradora de una empresa que como emprendedora”.
  2. No todos los puestos de una empresa son viables para funcionar  fuera de las oficinas empresariales, esto debido a las herramientas y necesidades  requeridas, así como el tiempo de respuesta a sus clientes, proveedores y otros colaboradores.

“ De acuerdo con el estudio CFO Pulse Survey COVID-19 México: Un 64% de los CFO (directores financieros) del país apostarán por hacer home office, cuando se decrete la vuelta a los centros de trabajo, aunque solo lo aplicarán en aquellos puestos que así lo permitan”.

“De acuerdo con una encuesta de la firma PWC. Para 6 de cada 10 directores financieros (CFO, por sus siglas en inglés) en México, el trabajo remoto llegó para quedarse, pues seguirá como una práctica en sus empresas aún después de que se reanuden las actividades no esenciales en el país.

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Se podría decir entonces que…

La pandemia por COVID-19, nos recordó que somos seres con capacidad de adaptación, lo que nos ha permitido sobrellevar cualquier  situación.   

Y ahora en estos últimos meses, pone a prueba a un grupo de personas, quienes no habían hecho home office antes, en estos últimos meses tuvieron que probar su capacidad de adaptabilidad para mantener su trabajo fuera de su habitual espacio. 

Otra característica que tenemos los seres humanos es que somos sociales por naturaleza, y en estos últimos meses, se nos ha privado o limitado de hacerlo. Alguien dirá, están las reuniones en Zoom o Skype. Y aunque sí de alguna forma estas aplicaciones nos acercan con las amigas (os) o familiares que se encuentran lejos.  No es lo mismo falta esa complicidad de miradas, de sonrisas, de una convivencia más cercana.

Gracias a todas las mujeres por sus testimonios me dieron material para poder redactar este artículo. Mi reconocimiento a todas aquellas mujeres y hombres, que a pesar de no ser su fuerte hacer  home office, fueron capaces de adaptarse a él y a los contratiempos que surgieron en el proceso. 

Debemos recordar que “todo tiene solución en esta vida, excepto la muerte”. Por lo que  en lugar de pensar ¿cuánto más durará esta situación? o ¿sí esta forma de trabajo es para mí o no?, ¿A mí como empresario me es viable y qué medidas requiero para implementarlo en mis colaboradores?, etc. Más bien observar de manera general, estos últimos meses que me han aportado de manera  positiva a mi vida y a la de mis seres queridos. 

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A mí me aportó tiempo con mi esposo, que hace mucho por su trabajo no teníamos, a observar el miedo como un desafío a entender que aquello que puedo solucionar trabajar en ello, y lo que no está en mis manos no estresarme, a tener más horas al día para ejercitarse… Y ¿a ti?